miércoles, 21 de diciembre de 2011

Un viejo retrato en la pared...


Es el verbo de la victoria, 
la rabia encendida,
Tumba para las fieras con hambre, 
el esplendor en la batalla.
Luchadora como nadie...
Por defensa, un ataque,
pero siempre, su justicia.


De su valor, mi escuela;
de su fuerza, mi disciplina;
de ella, mi escudo y para mí, la guarida.
A tu lado me sentía nadie,
pero entendí que si bien, no era nadie, era porque nada entendía.
Desde lejos, comprendí y aprendí,
pero aquel paisaje, ahora se despide desde esa misma lejanía.


Conocimos la derrota en el frente,
y desde entonces, el ataque es tu huida... 


Desvestida, porque ya nada importa.
Es el momento de la muerte en vida.
Murieron las palabras, ya nada tiene sentido.
Esquivando el dolor mientras caminas,
y caminando sobre los cristales rotos de un viejo retrato en la pared...

No hay comentarios: