miércoles, 17 de febrero de 2010

Ésa eres tú, la palabra...

Interrumpes el silencio, das vida a las ideas. Con tu paleta y tu pincel, das color y forma a los sentidos. Materializas las emociones, das luz a los impulsos. Eres la expresión verbal de esa corriente natural que sale del alma: los suspiros.
Lo real y lo subrealista, todo lo haces bello. Todo lo que se pone a tu alcance, lo haces perfecto. En cualquier cosa eres capaz de convertirte, e incluso, puedes llegar a crear dolor, alegría, rabia, tristeza, crueldad, bondad... Un sinfín de contrariedades, buenas y malas, todo cabe en tu formato.
Dueña eres de la sabiduría, y pobre de aquel que te use sin razón, porque sin tí es imposible soñar.
Quiero que seas mía, pero no soy capaz de retenerte. Entras por mis oidos y mis ojos. Subes a mi cabeza; bajas hasta el corazón. Me abandonas entre mis manos y mis dientes.