
Por el aire arrastro mi consciencia, memorias que el viento sopla y caen en el olvido, ideas que de la mente se desprenden y vuelan fugitivas, intentando encontrar su nido. No ahogaré mis penas para que caigan al vacío, mientras tú juegas fuera, yo derramo tibias gotas que aterrizan en el suelo y no sirven de nada. La locura me viste en los días tristes y me impulsa a huir descalza hacia un mundo lejano que probablemente no exista. Dame alas para entrar en la magia de la noche, en el encanto de la tranquilidad, en el paraíso de la calma. Cúrame con tu medicina, que es el olvido. Invade mi cabeza, acompáñame al vacío, viajemos hasta el horizonte y sigamos perdidos. Quiero que me mires a los ojos, que me engañes y que me lleves contigo. Yo me dejo llevar. Tápame los ojos, quiero sentir el peligro.