viernes, 18 de septiembre de 2009

Solo eres cuatro letras...

Maldita locura que pintas los días de negro. No quiero vivir atrapada en tus paredes.
Aprovechas mis momentos de flaqueza para sacudirme con la frialdad de tu voz. Tus gritos me ensordecen, pero tus ordenes me hacen fuerte, valiente.

Nadie te ha dado el poder para que hables, pero tú actuas deliberadamente en mi cabeza, en mi vida. Recorres mis impulsos, caminos a través de los cuales, me llevas a cometer errores. Me conduces a quererte... Pero me desquicias, te detesto.

No quiero ser tu abono.
No quiero verte.
No quiero dejarte salir, aunque hay una fuerza de cuatro letras que te empuja hacia fuera.

Un día volaré, volaré lejos, a un lugar donde no estés. Donde pueda ser más fuerte y tu miedo te obligue a esconderte.

Ahora callate, déjame y vete.

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