viernes, 28 de agosto de 2009

Nada es para siempre...

Si la vida fuera o blanco o negro, yo ahora estaría caminando por la zona gris. Ni blanco, ni negro. Ni fuera, ni dentro. No hay sombra, ni claridad. No hay vacio, pero tampoco plenitud. Por primera vez, tengo en mis manos el poder. Puedo decidir, caminando por el borde de un precipicio.
A mi derecha, el vacío, lo negro, lo oscuro.
A mi izquierda lo lleno, lo blanco, la claridad.
No he sentido nunca algo así, es como estar en la cima de un sueño, todo puede continuar o acabarse derrepente. La diferencia es que ni en los sueños soy yo la que manda, la que controla.

Esta vez soy yo la que decide.

Todo depende de mi, aunque nada es para siempre y un simple tropezón puede hacer que mi suerte cambie, para bien, o para mal. No se exactamente que será bueno y qué será malo... Porque todo es relativo, lo blanco puede convertirse en negro y viceversa.

Todo es relativo, el tiempo, la tranquilidad, la calma, lo bueno, lo malo...

La certeza se convierte en incertidumbre, el sosiego da paso a la inquietud. La sabiduría se transforma en ignorancia. El amor, en odio...
Puedo saltar al vacío y aprender a volar, puedo volver a la vida, y fracasar en el intento.

Puedo ser cobarde, o tener valentía.

Puedo tirarme al vacio y...

Decir que Te Quiero

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