martes, 10 de diciembre de 2013

A las 5:30

A las 5:30, de repente soy consciente del tiempo. Agarro y protejo cada uno de los segundos y momentos en los que tu compañía me regalaba una sonrisa. Sonrisas que anudo para construir una alfombra dorada con nuestros sueños. La misma que despliego para unir esos vacíos que siembra el camino, borrando los silencios muertos de las horas que nos separan.
Cinco horas y media es el tiempo que me falta.
Reconstruye mi ignorancia los versos de una historia incierta que conmueve mis ganas, que coge con pinzas mi razón.
A cinco horas y media, cuando abro los ojos e intuyo tu olor desde lejos.
He perdido muchas más horas sin ti.
Un punto en el infinito.

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