Partitura de los días...

El aire transforma el mundo que existe tras mi retina en un suspiro que me lleva a tu memoria. Un mundo plagado de ráfagas congeladas que intentan reemplazar al dulce sabor que dejan los buenos recuerdos. 
Volaré, algún día volaré.
Empujada por la rutina que ahora cae desde el cielo. Sin reparar en ojos que miren tras cristales empañados de insensibilidad. Viajaré por esta ruta sin senderos, por estos caminos sin hacer. Surcaré por el angosto carril del olvido, descarrilándome una y otra vez hasta encontrar lo que busco.
Y volaré hasta caer al suelo, como si fuera un vaso roto. Y ahí es donde despertaré de este sueño encontrándome con la misma realidad, que baila en mis pesadillas, una canción de acordes desafinados y trastes perdidos.