
En un segundo, respiro de tu aliento, bebo de tu aire y me alimento de tu sed. Pasiones entrelazadas que fluyen con total naturalidad. Tu boca, la mía; mis labios, los tuyos nada más.
Un segundo de vida, un instante de perfección. Eres la droga que me domina, que me llena de locura, y me lleva a la perdición.